Cómo confinar a tu perro después de una cirugía TPLO
Aprende cómo mantener a tu perro seguro y tranquilo después de una cirugía TPLO con consejos prácticos para el confinamiento y la recuperación.

Por qué es importante el reposo tras una cirugía TPLO
El confinamiento es una de las partes más importantes de Recuperación de TPLO. Tras la cirugía, la rodilla de su perro está sanando y aún no está estable.Limitar el movimiento Protege la zona quirúrgica y da tiempo al hueso, los tejidos blandos y el implante para asentarse y cicatrizar adecuadamente.
Sin la sujeción adecuada, su perro podría saltar, correr o torcer la pata, movimientos que pueden causarle graves problemas. Estas acciones pueden provocar una nueva lesión, el fallo del implante o una cicatrización tardía. Incluso un breve estallido de energía durante las primeras semanas puede echar a perder la reparación quirúrgica.
Utilice una jaula, un corralito o una habitación pequeña con suelo antideslizante para mantener a su perro tranquilo y seguro. Utilice siempre una correa cuando esté fuera, incluso para sacarlo a hacer sus necesidades. Un confinamiento adecuado favorece una recuperación más rápida, reduce el dolor y disminuye el riesgo de complicaciones, ayudando a su perro a retomar su vida normal antes.
Elegir la configuración de confinamiento adecuada
Caja o habitación pequeña
Una jaula es una de las formas más seguras de confinar a su perro después Cirugía TPLO Limita el movimiento y permite descansar en un espacio cómodo y seguro. Las jaulas ayudan a prevenir saltos, carreras o giros bruscos que pueden dañar la pata en recuperación.
Elige una jaula lo suficientemente grande para que tu perro pueda ponerse de pie, darse la vuelta y tumbarse cómodamente, pero no tan grande como para que pueda correr dentro. Usa una cama suave y evita los suelos de alambre. Una habitación pequeña y tranquila también puede servir si la jaula le resulta demasiado pequeña.
Pluma de ejercicio (X-pen) como alternativa
Un corralito (o parque para perros) es una buena opción para perros que no se adaptan bien a las jaulas. Les permite estirarse con mayor libertad, a la vez que limita los movimientos peligrosos. Úselo solo si su perro es tranquilo y no suele saltar ni empujar contra los laterales.
Para mayor seguridad, colóquelo sobre un suelo antideslizante y fije los paneles para que no se muevan. Evite colocar juguetes que puedan generar demasiada excitación en su interior. Un parque infantil funciona mejor en un rincón tranquilo de la casa, lejos de distracciones.
Puertas de seguridad para bebés y barreras físicas
Las puertas de seguridad para bebés u otras barreras pueden ayudar a bloquear zonas como escaleras, pasillos o habitaciones por donde tu perro pueda intentar correr o saltar. Son útiles cuando se usa una habitación pequeña como espacio de recuperación o para limitar el acceso dentro de la casa.
Asegúrese de que las puertas sean lo suficientemente altas y estén bien instaladas para evitar que su perro las tire. Combine las puertas con puertas cerradas o muebles bloqueados para crear una zona de descanso segura, tranquila, con una cama suave y que mantenga a su perro cerca de usted pero confinado.
Crear un espacio seguro y cómodo
Utilice suelos antideslizantes
Los suelos resbaladizos, como los de baldosas o madera, pueden ser peligrosos tras una osteotomía tibial de nivelación de la meseta (TPLO). Los perros en recuperación pueden resbalar fácilmente, lo que puede lesionar la pata en cicatrización o incluso dañar el implante. Para evitar caídas, cubra el suelo con alfombras antideslizantes, esterillas de yoga o tapetes con base de goma.
Estas alfombrillas le brindan a tu perro un mejor agarre al caminar o cambiar de posición. Asegúrate de que queden planas para evitar tropiezos. Una superficie estable y antideslizante le da a tu perro más confianza para moverse con seguridad y favorece una mejor recuperación durante las primeras etapas de la cicatrización.
Eliminar peligros y obstáculos
Para que la zona de recuperación de tu perro sea segura, retira cualquier cosa que pueda causarle lesiones o molestias. Quita las alfombras resbaladizas, ya que pueden deslizarse. Ten cuidado con las esquinas puntiagudas, los muebles inestables o cualquier objeto con el que tu perro pueda tropezar o golpearse.
Mantén los cables eléctricos fuera del alcance de tu perro y asegúrate de que la zona esté libre de objetos que pueda morder o romper. Una zona libre de peligros le proporciona un espacio tranquilo y seguro para descansar y recuperarse sin riesgo de accidentes ni estrés.
Impedir el acceso a muebles y escaleras
Saltar sobre o desde muebles y subir escaleras es riesgoso después de una cirugía TPLO. Estos movimientos pueden ejercer demasiada presión sobre la pierna en recuperación y provocar contratiempos. Utilice puertas de seguridad para bebés o mantenga las puertas cerradas para bloquear el acceso a las escaleras y a las habitaciones con sofás o camas.
Si su perro necesita usar escaleras para salir al exterior, considere usar una rampa o cargarlo con el apoyo adecuado. Mantener a su perro en el suelo y alejado de las alturas protege la zona de la cirugía y ayuda a prevenir una nueva lesión.
Añadir ropa de cama suave y artículos esenciales
La comodidad es fundamental durante la recuperación. Utiliza una cama suave y con buen soporte para amortiguar las articulaciones de tu perro y ayudarle a relajarse. Las camas ortopédicas o las mantas gruesas son ideales. Coloca los comederos y bebederos a su alcance para que no tenga que caminar mucho.
Mantén la zona limpia lavando la ropa de cama con frecuencia y limpiando cualquier derrame. Una buena higiene previene infecciones y mantiene el espacio de recuperación fresco. Un entorno cómodo y bien equipado reduce el estrés, favorece la recuperación y ayuda a tu perro a sentirse tranquilo y cuidado.
Gestionar las rutinas diarias durante el confinamiento
Utilice siempre una correa fuera del área de confinamiento
Tras una cirugía TPLO, mantenga siempre a su perro con correa corta, incluso dentro de casa, cuando esté fuera de la zona de recuperación. Esto incluye las salidas para hacer sus necesidades o los paseos cortos por la casa. Los perros pueden excitarse con facilidad y hacer movimientos bruscos que podrían dañar la pierna en recuperación.
Usar una correa te ayuda a controlar su velocidad y dirección. También evita que salte, corra o resbale en suelos lisos. Un movimiento tranquilo y guiado mantiene a tu perro seguro y reduce el riesgo de que se vuelva a lesionar durante la recuperación.
Sigue un horario estricto para ir al baño
Mantener una rutina constante para que tu perro haga sus necesidades ayuda a reducir el estrés tanto para ti como para él. Sácalo a pasear a la misma hora todos los días con correa. Ve siempre al mismo sitio para que lo reconozca como su lugar para hacer sus necesidades. Evita paseos largos o distracciones.
Un horario fijo ayuda a regular su cuerpo, limita la duración de las salidas y facilita el control de sus movimientos. La constancia también reduce las probabilidades de accidentes en casa y favorece un ambiente tranquilo para la recuperación.
Supervisar siempre que esté fuera de confinamiento
Su perro nunca debe salir de la zona de recuperación sin supervisión, ni siquiera por periodos cortos. No se permite que esté suelto durante las primeras semanas. Observe atentamente si muestra signos de inquietud, como caminar de un lado a otro, lloriquear o tener repentinos arranques de energía.
Esto puede provocar movimientos inseguros que podrían dañar la pata en recuperación. Manténgase siempre cerca y use una correa para guiarlo. Una supervisión atenta garantiza que su perro se mantenga tranquilo y seguro, permitiendo que la zona operada sane correctamente.
Consejos finales para una recuperación sin contratiempos
Una mente tranquila es tan importante como un cuerpo sano. Mantén a tu perro mentalmente tranquilo creando un ambiente apacible con poco ruido y estímulos. Si es necesario, puedes introducir actividades de enriquecimiento mental seguras más adelante durante su recuperación, como juguetes interactivos o comederos de alimentación lenta, pero siempre con la aprobación de tu veterinario.
Si le preocupa que su perro esté siempre en casa, por ejemplo, si presenta ansiedad o inquietud, consulte con su veterinario. Él podrá sugerirle métodos para calmarlo, ajustes seguros o consejos sobre su comportamiento para ayudarlo a tranquilizarse.
A medida que tu perro se recupera, es posible que necesites ajustar su espacio de recuperación. Por ejemplo, puedes darle más espacio para estirarse o cambiar la posición de sus comederos y bebederos conforme mejore su movilidad. Siempre realiza los cambios siguiendo las indicaciones de tu veterinario. La recuperación lleva tiempo, pero con paciencia, los cuidados adecuados y la preparación correcta, tu perro volverá a tener una vida sana y activa.
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Preguntas frecuentes
¿Cómo mantener tranquilo a un perro después de una cirugía TPLO?
Mantén a tu perro en un espacio tranquilo y cerrado, como una jaula o una habitación pequeña. Evita visitas, ruidos fuertes y juegos. Usa una cama suave y mantén una rutina tranquila. Si es necesario, consulta con tu veterinario sobre calmantes seguros o apoyo para la ansiedad durante el período inicial de recuperación.
¿Puedo dejar a mi perro solo después de una cirugía TPLO?
Sí, pero solo si tu perro está confinado de forma segura en una jaula o corral donde no pueda saltar ni moverse demasiado. Asegúrate de que tenga comida y agua, y de que no pueda alcanzar la incisión. Evita dejarlo solo durante largos periodos, especialmente durante la primera semana.
¿Puede mi perro caminar por la casa después de la TPLO?
No, el libre movimiento por la casa no es seguro durante la fase inicial de la recuperación. Su perro solo debe pasear con correa para hacer sus necesidades brevemente. Dejarlo caminar libremente puede provocar lesiones, daños en el implante o una recuperación más lenta. Supervise siempre y limite el movimiento según las indicaciones de su veterinario.
¿Cuánto tiempo sufre un perro después de una TPLO?
La mayoría de los perros experimentan algo de dolor o molestias durante los primeros 7 a 10 días después de la cirugía. El dolor suele controlarse bien con los medicamentos recetados por el veterinario. Si su perro parece incómodo por más tiempo o muestra signos de malestar, comuníquese con su veterinario para una revisión o un ajuste de la medicación.
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