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10 consejos clave para la recuperación tras TPLO

10 consejos clave para la recuperación tras TPLO

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X min de lectura

Descubre 10 consejos clave para ayudar a tu perro a recuperarse correctamente después de una cirugía TPLO y evitar complicaciones durante el proceso.

Por 

Sustainable Vet Group

Actualizado el 

7/11/25

.

Qué esperar después de una cirugía TPLO

TPLO (Osteotomía de nivelación de la meseta tibial) Es una cirugía que se utiliza para tratar la rotura del ligamento cruzado craneal (LCC) en la rodilla de un perro. Consiste en cortar y rotar la parte superior de la tibia para estabilizar la articulación sin necesidad del ligamento.

En los primeros días Es posible que su perro presente hinchazón, dolor leve y movilidad reducida. Durante este tiempo, necesita reposo absoluto. Su veterinario también podría recetarle analgésicos y antibióticos.

En las primeras semanas Tu perro empezará a apoyar más peso en la pata. Bajo la supervisión de un veterinario, se pueden iniciar paseos cortos y lentos, así como ejercicios controlados.

Entre 8 y 12 semanas La mayoría de los perros muestran una buena mejoría, aunque la curación completa de los huesos puede tardar hasta 4 meses.

Cada perro se recupera de forma diferente, por lo que las revisiones veterinarias periódicas y las radiografías de seguimiento son importantes para asegurarse de que todo va por buen camino.

Semana 1: El período crítico de descanso

1. Mantén a tu perro descansado y seguro.

La primera semana después de la cirugía TPLO requiere reposo absoluto. El cuerpo de su perro necesita tiempo para que el hueso y los tejidos blandos comiencen a sanar. Mantenga a su perro en una jaula o en una habitación pequeña con una cama suave para evitar que se mueva.

Evite subir escaleras, correr o saltar sobre y desde los muebles, ya que esto puede dañar la zona operada. Un entorno tranquilo y silencioso ayuda a reducir el estrés y el riesgo de lesiones. Limitar el movimiento ahora favorece una recuperación más rápida y sin complicaciones.

2. Controlar el dolor y la hinchazón

Su veterinario le recetará analgésicos y antiinflamatorios; adminístrelos exactamente como se le indique para que su perro esté cómodo. Nunca omita ninguna dosis, aunque su perro parezca estar bien. Para reducir la hinchazón, aplique una compresa fría envuelta en una toalla sobre la zona operada durante 10-15 minutos, 2-3 veces al día durante las primeras 48-72 horas.

Esto ayuda a aliviar la inflamación y favorece la cicatrización. Siempre observe la reacción de su perro y suspenda el tratamiento si las molestias aumentan.

3. Ayuda a tu perro a caminar con seguridad

Solo permite que tu perro salga a caminar cuando sea absolutamente necesario, por ejemplo, para hacer sus necesidades. Usa siempre una correa corta y camina despacio. Puedes sujetarle la parte trasera con una toalla o una manta debajo del vientre, sobre todo si es un perro grande.

Esto reduce la tensión en la pata en recuperación. Evite movimientos bruscos, tirones o distracciones durante los paseos. Un apoyo controlado previene accidentes y evita la presión sobre la zona operada mientras su perro recupera la confianza al usar la pata.

4. Proteger el sitio quirúrgico

Para proteger la incisión, su perro debe usar un collar isabelino (cono) en todo momento. Lamerse o mordisquearse los puntos puede provocar una infección o que la herida se abra. Revise la zona de la cirugía a diario. Los signos de infección incluyen enrojecimiento, hinchazón, calor, secreción o mal olor.

Si observa alguno de estos síntomas, contacte con su veterinario de inmediato. Mantenga la zona limpia y seca; no bañe a su perro ni permita que la herida se moje durante esta semana. La curación comienza con la protección.

Semanas 2 a 4: Manteniendo la recuperación en buen camino

5. Mantén una rutina tranquila

Durante las semanas 2 a 4, su perro puede empezar a sentirse mejor, pero aún necesita mantenerse tranquilo. Manténgalo en su jaula o en una habitación pequeña y use siempre correa cuando lo saque. Incluso pequeños momentos de excitación o movimientos bruscos pueden dañar la articulación en recuperación.

Intenta mantener rutinas diarias predecibles. Los días tranquilos y estables ayudan a tu perro a mantenerse relajado y reducen el riesgo de recaída mientras los huesos y los tejidos continúan sanando.

6. Mantén su mente ocupada

El cuerpo de tu perro necesita descansar, pero su mente también necesita actividad. Utiliza juguetes masticables seguros y aprobados por veterinarios o juguetes interactivos con premios para mantenerlo mentalmente activo. El entrenamiento suave con órdenes sencillas también puede ser útil. La estimulación mental reduce el aburrimiento, disminuye el estrés y puede prevenir comportamientos como ladrar, lloriquear o intentar escapar.

Un perro mentalmente tranquilo tiene menos probabilidades de hacer movimientos bruscos, lo que ayuda a que su cuerpo se recupere mejor. durante el proceso de recuperación.

7. Alimentarse con una dieta saludable

Dado que la actividad de su perro es limitada, puede aumentar de peso rápidamente. El exceso de peso ejerce presión sobre la pata lesionada y puede retrasar su recuperación. Ofrézcale una dieta equilibrada y saludable, y evite darle demasiadas golosinas. Controle las porciones siguiendo las recomendaciones de su veterinario y considere cambiar a un alimento bajo en calorías o específico para la recuperación, si así lo aconseja.

Siempre debe haber agua fresca disponible. Mantener a tu perro con un peso saludable favorece la salud de sus articulaciones y facilita los paseos durante su recuperación.

8. Crea un entorno sanador

Crea un espacio tranquilo y acogedor para tu perro que favorezca su recuperación. Usa una cama suave para amortiguar sus articulaciones y prevenir úlceras por presión. Mantén este espacio alejado de suelos resbaladizos, ruidos fuertes u otras mascotas que puedan causarle estrés o excitación.

Evita las zonas más concurridas de la casa donde tu perro pueda sentir la necesidad de moverse o seguirte. Un ambiente tranquilo lo mantendrá calmado, seguro y concentrado en su recuperación.

Después de la semana 4: Volviendo lentamente a la normalidad

9. Aumentar gradualmente el movimiento

Después de la cuarta semana, su perro puede comenzar a moverse suavemente, pero solo con la aprobación de su veterinario. Los paseos cortos con correa y los ejercicios ligeros pueden comenzar una vez que se confirme la recuperación. Las señales de que su perro puede estar listo incluyen una marcha firme, buen apoyo en la pata y ausencia de dolor.

Siempre vaya despacio; evite correr, subir escaleras o que su perro esté suelto. El movimiento controlado ayuda a fortalecerlo y a mejorar el equilibrio sin riesgo de dañar el hueso o el implante en proceso de cicatrización. Su veterinario le indicará el ritmo adecuado.

10. Las citas de seguimiento son importantes

Las visitas de seguimiento al veterinario son fundamentales para una recuperación segura. Estas citas suelen incluir una exploración física y, en ocasiones, radiografías para comprobar la evolución del hueso y la estabilidad del implante. El veterinario buscará signos de infección, inflamación o problemas articulares, como lesiones de menisco.

También evaluarán cómo se mueve tu perro y cuánto peso apoya en la pata. Estos chequeos ayudan a decidir cuándo es seguro aumentar la actividad o comenzar la fisioterapia.

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Conclusión

La recuperación tras una osteotomía tibial de nivelación de la meseta (TPLO) requiere tiempo, paciencia y cuidados, pero no estás solo en este proceso. El chasquido que oyes puede parecer preocupante, pero en la mayoría de los casos es parte normal de la cicatrización. Con el descanso adecuado, movimientos seguros y revisiones veterinarias periódicas, tu perro tiene muchas posibilidades de recuperarse por completo.

Siguiendo los consejos de cada etapa —desde reposo absoluto en la primera semana hasta actividad suave después de la cuarta— le estarás brindando a tu perro el mejor apoyo posible. Observar su comportamiento, proteger la zona de la cirugía y mantener su mente y cuerpo sanos son fundamentales para una recuperación sin complicaciones.

Mantén la constancia, presta atención y no dudes en consultar con tu veterinario si tienes alguna pregunta. Con el tiempo y los cuidados adecuados, tu perro podrá volver a tener una vida feliz y activa, más fuerte y sano que antes.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto tiempo suele durar la recuperación de una TPLO en la mayoría de los perros?

La mayoría de los perros tardan entre 8 y 12 semanas en recuperarse de una osteotomía tibial de nivelación de la meseta (TPLO). La consolidación ósea completa puede tardar hasta 4 meses. Durante este tiempo, el reposo, las visitas de seguimiento al veterinario y una reincorporación gradual a la actividad son importantes para asegurar que la pata sane correctamente y recupere fuerza.

¿Puedo dejar a mi perro solo durante mi recuperación?

Sí, pero solo si tu perro está confinado de forma segura en una jaula o habitación pequeña. Evita dejarlo sin supervisión en espacios abiertos donde pueda saltar o moverse demasiado. Mantén su entorno tranquilo y seguro para prevenir lesiones durante el período crítico de recuperación.

¿Qué ocurre si mi perro se niega a descansar o a quedarse confinado?

Si tu perro está inquieto, usa juguetes relajantes, comederos interactivos o un entrenamiento suave para mantenerlo entretenido sin que se mueva mucho. Si es necesario, consulta con tu veterinario sobre métodos seguros para calmarlo. El descanso es fundamental, así que encontrar maneras de reducir su energía y estrés le ayudará a recuperarse.

¿Es necesaria la fisioterapia después de una cirugía TPLO?

La fisioterapia no siempre es necesaria, pero puede ayudar a muchos perros a recuperar la fuerza y ​​la movilidad más rápidamente. Los ejercicios suaves, los paseos guiados o las sesiones de rehabilitación profesional mejoran la recuperación. Consulte con su veterinario si la fisioterapia es adecuada para la edad, el tamaño y el progreso de recuperación de su perro.

¿Qué signos de infección debo vigilar en casa?

Vigile si hay enrojecimiento, hinchazón, calor, secreción o mal olor en la zona de la incisión. Otros signos incluyen lamerse la zona, cojera o cambios en el comportamiento. Si observa alguno de estos síntomas, contacte con su veterinario de inmediato para que reciba tratamiento. La atención temprana previene problemas mayores.

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